¡Hágase la mierda!
21-09-25
…y con ajustes, se hizo.
El diferenciarse es un asunto de cuidado.
«Sé tu mismo», en los negocios, es quirúrgico.
Todos tenemos derecho a ser una mierda de persona.
No es lo ideal, pero mira a tu alrededor. Listo.
Ahora, plasmar lo que te hace único en tu negocio, es una apuesta de corto impacto. De alto, nada.
Nik no era una mierda, solo muy cuadrado.
Apegado al dato y sus resultados.
Sabían él y su equipo que su producto la llevaba.
Por eso, su estrategia de imagen la volcó en eso:
División de facturas, transferencias instantáneas y gratuitas, y un contundente etcétera en torno a funcionalidades.
Que vamos, copy/paste y aplica a muchos otros.
Antes que tarde, esas cualidades serían superadas.
Por lo que decidió superarlo al x10 él primero.
Así es como «trabajar muchas horas» no tuvo cabida,
sino que «getting shit done», fue su mantra.
El efecto se hizo sentir -y medir- en el producto:
La gente lo usaba y lo recomendaba.
¿Podría salir algo mejor todavía?
Al parecer…
Chad, Antoine y otros, persuadieron a Nik.
—Llevaremos tu mantra al campo de juego.
Pero desde la visión de nuestros usuarios.
—¿De qué me están hablando exactamente?
—Los bancos tradicionales venden «confianza».
Nosotros venderemos «libertad y control».
Su cliente era de carne, hueso, y seso.
Con un apremio a la banca en escalada.
Ese sentir era mayor que una gran herramienta.
Nik lo vio solo después de los resultados…
Usuarios activos diarios:
2018: 250k en UK y poco más.
2023: 35M en todo el mundo.
Ahí reconoció que la imagen comercial,
solo después de las personas,
es la gran inversión.
MENTIRAS DOMINICALES
Anécdotas que relaciono con prácticas de identificación marcaria.
Unas explícitas, otras no tanto.
Este es un ejemplo.
Los demás:
CADA DOMINGO EN TU CORREO